La presencia cada vez más relevante de elementos profanos y el creciente carácter popular de las representaciones llevó al Concilio de Trento (1545-1563) a prohibir estas escenificaciones en el interior de los templos. Esto, en cambio, reforzó su arraigo popular ya que la organización y financiación fue a manos de los diferentes gremios de oficios. Es seguramente en esta época cuando deberíamos situar la Passió de Esparreguera en la lista de pasiones de la llamada ‘orilla del Llobregat’, una de las zonas más activas y con más concentración de pasiones en la Cataluña de los siglos XVII y XVIII. Se inició entonces un intenso periodo de prohibiciones tanto civiles como eclesiásticas de las pasiones a lo largo de los siglos XVIII y XIX, lo que provocó que la mayoría desaparecieran antes de llegar al siglo XX. La Passió de Esparreguera, sin embargo, resistió estas prohibiciones y supo mantener y modernizar su tradición.

Deberíamos situar La Passió d’Esparreguera entre las llamadas pasiones de la «orilla del Llobregat», una de las zonas más activas y con más concentración de pasiones de la Cataluña moderna.

Desgraciadamente, Esparreguera ha sido escenario de varios conflictos bélicos a lo largo de su historia que han comportado la reiterada destrucción y saqueo de documentos y archivos tanto civiles como eclesiásticos. Por este motivo (y a la espera de futuras evidencias) no nos ha llegado  hasta la actualidad ningún documento anterior a 1875. Así pues,  toman relevancia las fuentes orales y la tradición familiar transmitida de padres a hijos. Varios testimonios recopilados en la primera mitad del siglo XX sitúan las representaciones de la Passió, escenificadas en la plaza de la Iglesia, ya a finales del siglo XVIII. Incluso se ha hablado de la existencia de un documento desaparecido que mencionaría las representaciones en Esparreguera en una fecha tan lejana como el 1588. Pero lo cierto es que a día de hoy todavía trabajamos en la búsqueda de testimonios escritos de los orígenes de nuestra tradición.

En el siglo XIX vivimos un fenómeno de expansión de edificios concebidos específicamente como  teatros  en toda  Cataluña. Y es en este momento donde encontramos documentado por primera vez el espectáculo de la Passió, que ya se representaba en el teatro de ‘la Siempreviva’ en 1875 con texto de fray Anton de Sant Jeroni y música a cargo de la familia Monné.

La llegada del siglo XX vivió una efervescencia de sociedades culturales, recreativas y políticas en Esparreguera.

La llegada del siglo XX vivió una auténtica efervescencia de sociedades culturales, recreativas y políticas en Esparreguera. En 1882 se creó la sociedad ‘la Estrella’, de la que surgirían otras como ‘Porvenir Esparraguerense’ o ‘la Alianza’. Así, ya en 1901, la Passió se representaba de forma simultánea por dos sociedades: la de ‘la Siempreviva’ y la de ‘la Alianza’ (que se representaba en el Teatro Nuevo, posteriormente llamado Teatro Moderno de Esparreguera y que acabaría siendo conocido por el nombre de Teatro de la Estrella). Esta duplicidad, sin embargo, duró poco, ya que la Pasión de ‘la Siempreviva’ había entrado en declive y poco después dejaría de representarse. Por su parte, la sociedad ‘la Alianza’ se disolvió en 1910, aunque las representaciones de la Pasión continuaron bajo el patrocinio de varios particulares hasta el 1915, año en que se fundó la compañía ‘Fuego Nuevo’. En 1920 se creó la sociedad Ateneo Nacionalista ‘, que en 1928 inauguró su propio teatro e inició las representaciones de su propia Pasión, entrando en competencia directa con la Pasión de “la Estrella “, lo que provocó una crisis económica de ambas pasiones que dejó la villa sin representaciones en seis años. Después de este periodo de crisis, en 1935 y 1936 tanto ‘la Estrella’ como ‘el Ateneo’ reiniciaron las representaciones con notable éxito.

El estallido de la Guerra Civil obligó a un nuevo paro de las representaciones  hasta el año 1940, año de creación del Patronato de la Passió.

El estallido de la Guerra Civil obligó a un nuevo paro de las representaciones hasta que en 1940 se reanudaron en el teatro “La Estrella”, consiguiendo, no sin dificultades, que se siguieran escenificando en catalán. A finales de ese mismo año se creó el Patronato de la Pasión, que fue absorbido, en 1941, por ‘Educación y Descanso’ con la creación de ‘la Junta Delegada de la Pasión’ encabezada por el alcalde de la época. También en el año 1941, las representaciones de la Pasión se trasladaron, definitivamente, al teatro del Ateneo, donde se representaría hasta el 1968. Este período vio la eclosión definitiva del espectáculo de la Pasión como fenómeno cultural y de masas, y se tuvo que ampliar el número de representaciones hasta diez y once ante la avalancha de público que cada año llenaba el teatro.

A partir de 1941, la Passió d’Esparreguera se convierteenun fenómeno cultural y de masas, siendo necesario ampliar el número de representaciones a diez y once.

A principis dels anys 50, la Passió d’Esparreguera veié la necessitat de modernitzar-se i adoptar un nou text que substituís el de fra Anton de Sant Jeroni, original de 1772 i considerat ja massa arcaic pels gustos de l’època. Aquesta tasca fou encarregada a Mossèn Marçal Martínez, el text del qual es representà entre 1952 i 1959. Poc després es va encarregar un nou text a Ramon Torruella, poeta esparreguerí i home molt vinculat a l’espectacle. Torruella, que ja havia participat en arranjaments de textos anteriors i havia creat algunes escenes noves, presentà el 1959 un text completament nou i de gran contingut dramàtic que es començà a representar el 1960.

Ante el gran éxito de las representaciones de la Passió de Esparreguera, que hacían que el Ateneo quedara pequeño, se empezó a planear la construcción del actual Teatro de la Passió, inaugurado en 1969.

El gran éxito de las representaciones de la Passió de Esparreguera, hizo que  el Ateneo quedara pequeño y en la década de los 50 se empezó a planear la construcción de un nuevo teatro, más amplio y adecuado a las exigencias escénicas y técnicas del teatro contemporáneo. Finalmente, en 1969 se inauguró el actual Teatro de la Passió que acoge las representaciones  desde entonces.

En 1976, el compositor de Esparreguera, Josep Borràs, presentó una partitura inédita, escrita expresamente para la Passió y que es, aún hoy , representada por una orquesta y un coro en directo. Esto acabaría de dar forma a la Passió de Esparreguera que tenemos el orgullo de ofrecer al público en la actualidad.